Diferencias entre factura y ticket4 minutos de lectura

En ocasiones pueden surgir dudas de si es necesario emitir factura o ticket y cuál de las dos opciones tiene más ventajas fiscales. Conocer las diferencias entre factura y ticket es fundamental para responder a éstas y otras cuestiones relacionadas. 

Qué es un ticket

Un ticket o factura simplificada es un comprobante de pago emitido por una empresa a un consumidor final por una operación de compra en moneda nacional. 

En el año 2013 entró en vigor una nueva normativa sobre facturación que igualó en validez legal y datos contenidos al ticket y la factura simplificada por lo que, a efectos prácticos, ambos documentos tienen la misma utilidad.

En el ticket se indican cada uno de los elementos que se han adquirido, la cantidad de cada uno, su precio y el importe total de la transacción. Sin embargo, no aparecen detalles de los productos, la base imponible o los impuestos. A pesar de ello su finalidad principal es la de servir como comprobante de compra y permitir solicitar una devolución o abono.

Qué es una factura

La factura ordinaria es un documento con validez legal que se emite en la compraventa de productos y servicios entre empresas, autónomos o particulares y en la que se detallan todos los aspectos de la transacción.

Para emitir correctamente una factura es necesario incluir los siguientes elementos:

  • Número y serie de la factura.
  • Fecha de emisión.
  • Datos fiscales del emisor y del receptor. En estos datos se incluye el nombre, número de identificación y dirección. 
  • Productos y servicios objeto de la operación, incluyendo detalles sobre ellos. 
  • Precio unitario de cada producto o servicio sin impuestos.
  • Base imponible a la que se aplican los impuestos.
  • Tipo impositivo que se aplica y cuota tributaria.

Diferencias entre ticket y factura

Las principales diferencias entre el ticket o factura simplificada y la factura ordinaria son: 

  • Datos. En el ticket figura únicamente la información del emisor y en la factura la de emisor y receptor.
  • Clientes. La factura ordinaria puede emitirse tanto a particulares como a autónomos y empresas mientras que la simplificada va dirigida únicamente a consumidores finales. 
  • Contenido. El ticket incluye información básica mientras que la factura detalla aspectos de los productos y servicios, impuestos y otra información relevante.
  • Agilidad. La factura ordinaria requiere de unos datos y contenido para emitirla de forma correcta, lo que conlleva más tiempo que en el caso del ticket, que puede ser emitido de forma rápida y ágil. 
  • Objetivo. La factura simplificada tiene como finalidad facilitar la facturación de empresas que venden sus productos o prestan sus servicios al consumidor final y para los que solicitar los datos de cada cliente dificulta el desarrollo de su actividad. 
  • Deducciones en el IRPF y el IVA. La factura ordinaria permite deducir en el modelo 303 el IVA soportado en esa operación y la base imponible como gasto deducible en el IRPF. Sin embargo, con la factura simplificada no es posible deducir el IVA, aunque sí se podrá incluir en el modelo 130 de autónomos y en la declaración de la renta. 

Cuándo se puede usar una factura o un ticket

Por regla general todas las empresas y autónomos deben emitir factura ordinaria en cualquier operación de venta de productos o servicios. 

Aunque esto es lo que aplica habitualmente, existen ciertos casos en los que se puede emitir un ticket o factura simplificada, de acuerdo con la normativa de la Unión Europea: 

  • Cuando el importe no supere los 400 euros, IVA incluido.
  • Cuando se trate de una factura rectificativa.
  • Cuando el importe no supere los 3.000 euros, IVA incluido, y se trate de operaciones de: 
    • Ventas al por menor. Se incluyen las de los fabricantes de productos y las ventas o servicios en ambulancia, además de ventas a domicilio del consumidor. 
    • Transportes de personas y sus equipajes, servicios de peluquería y de institutos de belleza, utilización de instalaciones deportivas y revelado de fotografías, así como servicios de estudios fotográficos.
    • Servicios de hostelería y restauración prestados por restaurantes, bares, cafeterías, y establecimientos similares, suministro de bebidas o comidas para consumir en el acto, y servicios de salas de baile y discotecas.
    • Servicios telefónicos prestados mediante la utilización de cabinas telefónicas de uso público, así como mediante tarjetas que no permitan la identificación del portador.
    • Aparcamiento y estacionamiento de vehículos, alquiler de películas, servicios de tintorería y lavandería y utilización de autopistas de peaje.

Aunque puedan parecer similares, las diferencias entre factura y ticket son importantes. El ticket o factura simplificada es un comprobante de pago de una operación realizada con un consumidor final en la aparece la información básica de la transacción y tiene como objetivo agilizar el proceso de facturación de algunas empresas. En cambio, la factura ordinaria es un documento con validez legal que se puede emitir a todo tipo de clientes y en la que se incluyen detalles de los productos o servicios, precios unitarios e impuestos y que permite la deducción del IVA soportado para el receptor.

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